Al entrar al segundo confesionario de la Iglesia de San Pedro de Lucerna (a la izquierda), le recibirá una pantalla, tras la reja de madera. La pantalla tiene una imagen de Jesús. En más de 100 idiomas, puede hacer cualquier pregunta religiosa. Él responderá con voz serena y sacerdotal. El confesionario tiene lugar en un... (Nueva ventana) por privacidad. Sin embargo, no hay confesión. El sistema realiza los arreglos necesarios antes del inicio. El sistema te avisa de que estás hablando con una inteligencia artificial, no con Jesús. También te recuerda que no debes divulgar ningún dato personal.
Es un experimento con la Universidad de Ciencias de Lucerna. Esta colaboración explora maneras de aprovechar la tecnología en un entorno religioso. Anteriormente, crearon instalaciones de realidad virtual. Ahora exploran la posibilidad de usar la inteligencia artificial como guía para la espiritualidad. Esto también hará más accesibles temas como el cristianismo o la fe.
¿Es un truco?
La máquina que decía disparates era su mayor preocupación. Ofrecía consejos que contradecían las doctrinas de la Iglesia. Parecía que no había problema. Incluso en asuntos tan delicados como el suicidio asistido. Su respuesta: «Tu tarea no es juzgar, sino amar y acompañar».
Ni el Vaticano ni el Papa han hecho comentarios. Los católicos han criticado el proyecto por usar el confesionario, mientras que los protestantes han criticado el dispositivo y la imagen de Jesús. Más de 1000 personas probaron el sistema. Dos tercios de quienes lo probaron afirman haber tenido una "experiencia espiritual". Una conferencia abordará todos los detalles de estas enseñanzas en diciembre.
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